Alguien está sacando mal las cuentas y no somos nosotros. El bolsillo del ciudadano es limitado. Muy distinto al de los burócratas y al de quienes hablan de presupuesto público mientras manejan partidas paralelas, venden el petróleo por encima de lo planificado y engrosan las carteras con el diferencial.
La complejidad económica de Venezuela va más allá de ese suspiro llamado Cadivi, suerte de lotería donde jugamos con nuestro propio dinero y nos sale premio o beso de dementor en el extranjero. Las perversiones de la economía nacional trascienden los controles, precios, importaciones y derroche. También han afectado la percepción sobre la tecnología porque, al igual que los libros que deben entrar por mercado negro, se convierten en objeto de lujo, codiciado y ostentoso.
Alguien está sacando mal las cuentas y le dice a los venezolanos que tienen uno de los mejores salarios mínimos del continente, en este momento de 1780Bsf mensuales, 413 dólares según el verbo oficial. Sin embargo, si el cálculo es así, entonces el estado venezolano está haciendo algún negocio oscuro en materia tecnológica, porque la factura que deben pagar los venezolanos por entrar a la sociedad de la información y el conocimiento es bastante alta.
En una Hoguera Digital pasada evaluamos el costo del Internet en Venezuela. Tenemos una de las peores velocidades del continente y también de las más costosas. Según las tarifas más recientes de la Cantv, publicadas en su web, la conexión de 2mbps cuesta 400Bsf. Para los cálculos oficiales eso debería ser $93, el 22% del salario mínimo. Si nos comparamos con Argentina, que es el país de América Latina que tiene un salario mínimo superior al venezolano ($525 mensual), vemos que el servicio de Internet de 3mbps cuesta 18 dólares al mes, el 3,4% de su ingreso.
A este cálculo debemos sumarle otra variable: 2mbps es la velocidad máxima que se puede contratar en la empresa estatal Cantv. En cambio en Argentina, esos 3mbps son casi el mínimo. El servicio de 20mbps cuesta 40 dólares al mes. Es decir: 10 veces más velocidad a menos de la mitad del precio que en Venezuela.
Hace una semana, durante las festividades oficiales porque la cuenta @ChavezCandanga cumplía 2 años activa, en medio de un festival de ostentación tecnológica de empleados del Estado, el ministro Jorge Arreaza dijo que estaban trabajando sobre el asunto. El gerundio es el recurso favorito de la nomenclatura oficial después del “ya reconocimos que es un problema”. Sin embargo eso no lo resuelve.
Otra declaración oficial del evento fue decir que los dividendos de Cantv se usaron para pagar 330 millones de bolívares para las prestaciones del Ministerio de Salud y 130 millones de bolívares para jubilados del Ministerio de Educación Básica. Lo que no se está invirtiendo en mejorar nuestra infraestructura tecnológica se quema en deudas que el mismo Estado no ha sabido cubrir de manera ordinaria en sus presupuestos. Y además lo aplauden.
Vale agregar que la fiesta por @ChavezCandanga no llegó a primer lugar del Trending Topic nacional, y ni siquiera los mundiales, porque justo ese día las fanáticas de Justin Bieber celebraban haber llegado a los 20 millones de seguidores en Twitter. Entre estrellas pop se vean, ni todos los medios oficiales, guerrillas comunicacionales, militantes y contratados juntos pudieron contra un grupo de quinceañeras.
¿Y las computadoras?
Uno de los trabajos que hemos compilado entre varios investigadores es el costo de la tecnología para la gente de escasos recursos. Las últimas mediciones de Tendencias Digitales, por ejemplo, reportan que casi la totalidad de los estratos A y B tienen conexión a Internet (quienes no lo tienen es sencillamente por brecha etaria), por lo que el gran empuje en material digital lo seguirán dando las clases D y E, quienes ya son la mayoría de los usuarios conectados en Venezuela, pero llegarán más.
El Gobierno dice ofrecer a través de Venezolana de Industria Tecnológica (VIT) dos modelos de laptop a precios populares. Los hemos revisado: el modelo M2420-01 cuesta 4.432 bolívares y el M2420-02 cuesta 5.393 bolívares. Es decir, la política oficial del Estado venezolano es ofrecerle a la ciudadanía unas computadoras que cuestan $1030 y $1254.
Esta es la razón por la que buena parte de la brecha tecnológica aún es insalvable. El Estado está vendiendo una computadora (el primer modelo) con un procesador Intel Core i3 de 2.10Ghz, 2Gb de RAM y 320Gb de disco duro, que cuesta más de dos salarios mínimos mensuales de un trabajador. Le hemos pedido a VIT que nos ofrezca la estructura de costos del aparato, porque socialista no parece.
En el modelo capitalista, o lo que es lo mismo, cada vez que un humilde funcionario público accede a Amazon.com, descubre que unas computadoras con características técnicas similares, como la HP ProBook 4530s XU015UT o la Asus B007XTZHCM cuestan apenas 490 dólares y tienen el doble de memorio RAM. Entonces alguien está sacando mal la cuenta y es el propio Gobierno. O miente con la manera de calcular el dólar o miente en su estructura de costos. VIT es una empresa del Estado que además surte a otros entes públicos, así que deberíamos tener un mejor acceso a su información, más que a su propaganda, para saber si además de revolucionaria está resultando eficiente.
Otro aspecto a sumar con la empresa socialista es lo denunciado por personas como Billy Portillo en Maracaibo y el activista Luigino Bracci, y es la compra de licencia de software privativo para algunas de estas computadoras. Resulta que el Estado está en la obligación de promover el uso de software libre y para eso se ha desarrollado Canaima GNU/Linux. Aunque el decreto date de 2004, no ha significado un avance mayor del software libre en Venezuela que en Colombia o Perú, países con modelos de desarrollo político y económico distintos al venezolano en términos ideológicos, sin embargo es de obligatorio cumplimiento aunque se vea a ministros y presentadores de la TV oficial con aparatos de marcas ostentosas y privativas que dan un mal ejemplo al pueblo.
En la alerta que levantan Bracci y Portillo se encuentra que según Gaceta oficial, VIT le compraría a Microsoft más de 200 mil licencias de uso de Windows, lo que le costará a la nación 55 millones de bolívares fuertes que marcan un golpe endógeno contra el propio sistema Canaima. Ellos se entenderán a pesar de las incoherencias, pero en términos de costos y gasto público alguien está sacando una cuenta mala que por ningún lado cuadra.
